Transforma la dermatología con inteligencia artificial. Su tecnología de soporte al diagnóstico permite a los profesionales sanitarios evaluar más de 300 patologías cutáneas con una precisión validada científicamente. Además, sus algoritmos de medición de la severidad proporcionan algo nunca visto antes y es la eliminación de la interobservabilidad a la hora de asignar los grados de severidad de la afección.
Con su tecnología, hospitales, clínicas y ensayos clínicos optimizan no solo la detección temprana y el seguimiento de enfermedades dermatológicas, sino que también permiten la asincronización y descentralización de las consultas, y mejoran la eficiencia clínica y la experiencia del paciente.